REDACCION CENTRAL,
En respuesta a los tiroteos en dos ciudades de Estados Unidos el fin de semana, la Conferencia de Obispos Católicos del país (USCCB) ofreció sus oraciones por las víctimas y familias e hizo un llamado para "abordar el mal persistente del racismo".
En un comunicado publicado el 16 de mayo, la USCCB lamentó los tiroteos que ocurrieron en Buffalo (Nueva York) y Laguna Woods (California), que dejaron un total de 11 muertos.
En Buffalo, un adolescente blanco de 18 años disparó al interior de una tienda de comestibles contra 14 personas, 11 de las cuales eran negras.
Stephen Belongia, agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en Buffalo, dijo que el tiroteo será investigado como un "crimen de odio". Por su parte, el sheriff del condado de Erie, John García, aseguró que se trató de "un crimen de odio por motivos raciales directo de alguien fuera de nuestra comunidad".
El 15 de mayo un hombre de unos 60 años ingresó a una iglesia presbiteriana en Laguna Woods, California, y abrió fuego contra los feligreses, principalmente taiwaneses, matando a una persona e hiriendo a otras cinco. Si bien no hay una razón clara del ataque, las autoridades han apuntado a que sería fruto de las tensiones entre la China comunista y Taiwán.
"Los obispos nuevamente hacen un llamado a un diálogo honesto arraigado en Cristo para abordar el mal persistente del racismo en nuestro país. La Iglesia Católica ha sido una voz constante a favor de formas racionales pero efectivas de regulación de armas peligrosas, y la USCCB continúa abogando por el fin de la violencia y por el respeto y la dignidad de todas las vidas", indica el comunicado.