REDACCION CENTRAL,
Un centro de abortos y una universidad de Estados Unidos deberán indemnizar con 1,26 millones de dólares a la familia de Keisha Marie Atkins, una estudiante de 23 años que en 2017 solicitó el aborto tardío de su bebé y luego falleció por complicaciones médicas.
El aborto fue realizado el 31 de enero de 2017 en Southwestern Women's Options (SWO), ubicado en Albuquerque, en el estado de Nuevo México. Tres días después, Keisha regresó a la clínica con dificultad para respirar y signos de sepsis.
Keisha fue llevada a un quirófano para dar a luz a su bebé de 24 semanas, pero nació muerto ya que se le había aplicado una inyección letal. Durante el parto, ella sufrió un paro cardíaco y fue trasladada a un hospital universitario, donde la estabilizaron, pero falleció a los pocos días, el 4 de febrero.
El medio local ABQ Journal informó el 9 de mayo de 2022 que SWO llegó a un acuerdo con la familia de Keisha y deberán otorgarles la suma de 900 mil dólares.
La Universidad de Nuevo México (UNM), que derivó negligentemente a Keisha a SWO tras considerarla inelegible para realizar el aborto en sus instalaciones, también deberá pagar una suma de 365 mil dólares a la familia.
En total, entre ambas instituciones se deberá pagar $1,26 millones por daños y perjuicios.