El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, recordó en su carta semanal, que mayo es el mes de María y que "ofrecerle a ella cada día alguna flor supone querer agradarle y hacer lo que nos dice su Hijo, vivir en sintonía con su corazón".
El mes de María, destacó, también coincide con el tiempo de Pascua: "los cincuenta días que van desde la resurrección hasta la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, en que vivimos la nueva vida del Resucitado, que a través de su Palabra y los sacramentos llega hasta nosotros".
"Particularmente, la Eucaristía por la que Jesús continúa vivo a nuestro lado y nos alimenta con el pan de vida. 'El que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo le daré es mi carne para la vida del mundo'. María nos da en cada eucaristía la carne de Cristo, la que ella le dio a Jesús en su vientre virginal." apuntó el Prelado en su carta.
Mons. Fernández destacó que fue la Virgen María quien nos preparó para recibir al Espíritu Santo rezando con los apóstoles, "que venga este mismo Espíritu Santo y nos congregue en la unidad, en su Iglesia, a nivel de toda la humanidad, de manera que sea el Espíritu el que nos mueva, no nuestros intereses y gustos".
"Que nos convierta en ofrenda permanente, para que nuestra vida sea dada con Cristo para la vida del mundo", expresó.
Al destacar la aparición de la Virgen de Fátima este 13 de mayo, Mons. Fernández dijo que "ha sido un acontecimiento que ha movido la historia de nuestro tiempo".