La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) hizo un llamado a los líderes políticos y religiosos de Nigeria para que condenen el asesinato de Deborah Yakubu, joven cristiana lapidada y quemada el jueves 12 de mayo por extremistas musulmanes.
"Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia de Deborah y toda la comunidad cristiana de Sokoto. Al mismo tiempo, hacemos un llamado a todos los líderes políticos y religiosos del país para que condenen firme y explícitamente este ataque de extremismo religioso", expresó Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN.
Yakubu fue lapidada y posteriormente quemada en la Facultad de Educación Shehu Shagari, Sokoto, en el norte de Nigeria. Según sus verdugos, la joven había compartido durante el Ramadán –el mes sagrado de los musulmanes que culminó el 1 de mayo–, un audio en WhatsApp en el que supuestamente hablaba mal de Mahoma, por lo que la acusaron de blasfemia.
En esos días el centro de estudios había estado cerrado por descanso. Cuando se reanudaron las clases, un grupo de estudiantes esperaron y atacaron a Deborah, la apedrearon y posteriormente prendieron fuego a su cuerpo. La facultad fue clausurada por orden del Gobierno del Estado de Sokoto.
En una nota difundida por ACN, Heine-Geldern señaló que la fundación pontificia "denuncia este nuevo acto de violencia", y alertó que "la situación de extremismo y violencia en el país en los últimos años es terrible, escalofriante. Casi cada semana hay raptos y decenas de muertos, pero este acto barbárico nos deja sin palabras".