La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), expresó su dolor por el fallo de la Corte Constitucional que despenaliza el suicidio médicamente asistido, y exhortó a las autoridades a tomar decisiones encaminadas a proteger la vida "y no a su destrucción".
En una votación de seis contra tres, la Corte Constitucional de Colombia despenalizó ayer 12 de mayo el suicidio médicamente asistido. A favor votaron los magistrados Alejandro Linares, Gloria Ortiz, Diana Fajardo, Natalia Ángel Cabo y Antonio José Lizarazo, este último encargado de exponer el caso; y en contra Jorge Enrique Ibáñez, Cristina Pardo y Paola Meneses.
Con su fallo, la Corte acogió la demanda que Lucas Correa Montoya y Camila Jaramillo Salazar, del Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DescLAB), presentaron contra el inciso segundo del artículo 107 del Código Penal. El documento fue admitido por el tribunal el 1 de septiembre del año pasado.
El inciso que la Corte declaró inconstitucional penaliza con prisión de 16 a 36 meses "cuando la inducción o ayuda [al suicidio] esté dirigida a poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable".
La diferencia entre la eutanasia y el suicidio médicamente asistido es que en la primera el personal de salud administra el fármaco que provoca la muerte; en el segundo, es la persona que desea morir quien se lo autoadministra, ayudada por el agente sanitario.