VATICANO,
El Papa Francisco presidió la Audiencia General este miércoles 11 de mayo en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde explicó que "cuando se piensa en la herencia muchas veces se piensa en los bienes y no en el bien" y aseguró que "el bien es la mejor herencia que podemos dejar".
Continuando con sus catequesis acerca de la vejez, el Papa Francisco reflexionó ante los fieles presentes en la Plaza de San Pedro acerca de un pasaje del libro de Judit, "una heroína bíblica".
El Santo Padre tomó el ejemplo de Judit para animar a ancianos y jubilados a vivir su última etapa de forma plena y explicó que "la perspectiva de la jubilación coincide para muchos con la de un merecido y deseado descanso de actividades exigentes y cansadas".
"Por supuesto, hay un compromiso, gozoso y cansado, de cuidar a los nietos; pero sabemos que hoy nacen cada vez menos niños, y los padres suelen estar más distantes, más sujetos a los viajes, con situaciones laborales y domésticas desfavorables", dijo a continuación.
El Papa Francisco lamentó que "a veces son aún más reacios a confiar espacios educativos a los abuelos, concediéndoles sólo aquellos estrictamente relacionados con la necesidad de asistencia".
"Para los abuelos, una parte importante de su vocación es sostener a los hijos en la educación de los niños", explicó el Papa Francisco.