VATICANO,
"En el hospital, sobre todo durante la pandemia, aunque los enfermos estaban solos se podía sentir mucha paz, y eso es por los ángeles de la guarda"; Estas son las palabras del P. Iñaki Gallego, uno de los capellanes del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (España).
El sacerdote, también párroco de Santa María de Silencio -una parroquia para sordos y sordociegos-, y capellán del colegio Santísimo Sacramento de Madrid, habló con ACI Prensa acerca de la importancia del ángel de la guarda en los últimos momentos en la vida terrenal.
El P. Iñaki, que se ordenó hace 17 años, contó que puede llegar a administrar mil unciones al año. "Hay unos casos más comunes, donde la persona es mayor e incluso ya quiere irse al cielo, pero también hay casos más duros con niños, jóvenes o gente que se muere sola".
Sin embargo, el sacerdote explicó que los enfermos nunca están solos, ya que cuentan con la compañía del ángel de la guarda, quienes están "en las situaciones vitales más duras".
"Dios es Padre y quiere que muramos en paz, por eso nos envía a sus ángeles de la guarda, quienes dan paz en los últimos momentos", explicó el sacerdote.
Además señaló que la familia, los sacerdotes y médicos "también son una especie de ángeles" que acompañan al enfermo, por eso los ángeles de la guarda suelen estar al lado del que está solo, de aquel enfermo que no tiene a quien agarrarse.