En una nueva entrevista, esta vez concedida al diario argentino La Nación, el Papa Francisco dijo estar dispuesto a todo, para ponerle fin a la guerra en Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero tras la invasión de Rusia, que ha cobrado la vida de miles de personas y ha generado la mayor ola de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Al ser preguntado sobre si la Santa Sede hace algo para que la guerra cese, el Santo Padre dijo que "siempre hay gestiones. El Vaticano no descansa nunca. Los detalles no se los puedo contar porque dejarían de ser gestiones diplomáticas. Pero los intentos no cesarán nunca".
Una de las primeras gestiones fue realizada por el mismo Papa Francisco, que el 25 de febrero visitó la embajada de Rusia ante la Santa Sede. Aunque el Vaticano no dio detalles de la visita, se cree que el Santo Padre dialogó ese día con el embajador ruso, Aleksandr Avdeev.
Sobre esta visita, el Papa dijo a La Nación que "fui solo. No quise que nadie me acompañara. Fue una responsabilidad personal mía. Fue una decisión que tomé en una noche de vigilia pensando en Ucrania".
"Está claro para quien quiere verlo bien que estaba señalando al gobierno que puede poner fin a la guerra en el próximo instante. Para serle sincero, quisiera hacer algo para que no haya una sola muerte más en Ucrania. Ni una más. Y estoy dispuesto a hacer todo", explicó el Pontífice.
A la pregunta sobre si se justifica la guerra, el Papa respondió que "toda guerra es anacrónica en este mundo y a esta altura de la civilización. Por eso también besé públicamente la bandera de Ucrania. Era un gesto de solidaridad con sus muertos, con sus familias y con los que sufren la emigración".