Ibeth Morales llegó a España desde Perú con su madre en el año 2009. Después de terminar sus estudios comenzó a trabajar y al año y medio quedó embarazada.
En el médico le hicieron un test de embarazo que dio positivo. "Quien me hizo la ecografía me dio dos formularios: uno para rellenar con mis datos para darme una fecha para abortar. Y el otro, una carpeta con información de asociaciones de ayuda, en el caso de que quisiera tenerlo", explicó en un vídeo publicado por la Conferencia Episcopal Española (CEE).
La situación que afrontaba Ibeth no era nada sencilla. "El padre del niño se encontraba indocumentado, no estaba en España porqeu tuvo que viajar a su país para regularizar sus documetos y renovar la tarjeta de residencia", explicó.
Según cuenta, tenía miedo de que la presionaran a abortar, por eso sólo le dio la noticia a su madre cuando ya estaba de 5 meses.
Entre los papeles de las asociaciones de ayuda Ibeth encontró información de la Asociación Madrina, a quienes les contó que sabía que en su empresa no le renovaría el contrato temporal que tenía cuando supieran que estaba embarazada, y que el padre del niño no estaba en España.
Desde Madrina la pusieron en contacto con la Asociación el Fruto de tu vientre donde "más que una ayuda económica o de cosas materiales, me dieron una ayuda espiritual, de cariño, de apoyo, de esperanza en que se puede salir adelante, en que has tomado una buena decisión porque traes una vida y que todo saldrá bien".