VATICANO,
El Papa Francisco invitó a magistrados a imitar el ejemplo del Beato Rosario Livatino, juez asesinado por la mafia en 1990, por el testimonio creíble en la actuación de la justicia.
Al recibir en el Vaticano este 8 de abril a Miembros del Consejo Superior de la Magistratura, el Santo Padre deseó que "el beato Rosario Livatino, el primer beato magistrado de la historia de la Iglesia, sea ayuda y consuelo para ustedes".
"En la dialéctica entre el rigor y la coherencia, por un lado, y la humanidad, por otro, Livatino había esbozado su idea de servicio en la Magistratura, pensando en mujeres y hombres capaces de caminar con la historia y en la sociedad, dentro de la cual no solo los jueces, sino todos los agentes del pacto social están llamados a realizar su trabajo según la justicia", indicó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre citó las palabras del juez mártir que afirmó que "cuando muramos nadie vendrá a preguntarnos cuánto fuimos creyentes sino lo creíbles que éramos" y añadió que Livatino "fue asesinado cuando solo tenía treinta y ocho años, dejándonos la fuerza de su testimonio creíble, pero también la claridad de una idea de la Magistratura a la que debemos aspirar".
En su discurso, el Papa reflexionó en diversos aspectos de la administración de la justicia citando algunos pasajes de la Biblia y advirtió que "la justicia debe acompañar siempre la búsqueda de la paz, que presupone la verdad y la libertad" por lo que los animó a que "su sentido de la justicia esté alimentado por la solidaridad con los que son víctimas de injusticia, así como por el deseo de ver realizarse un reino de justicia y de paz".
Por último, el Santo Padre indicó que "el testimonio creíble, el amor a la justicia, la autoridad, la independencia de otros poderes constituidos y un pluralismo leal de posiciones son los antídotos para evitar que prevalezcan la influencia política, la ineficacia y la deshonestidad".