El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätzing, respondió a las críticas de los obispos nórdicos al polémico Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania y dijo que no hay un riesgo de cisma.
El Camino Sinodal es un polémico proceso de varios años en el que participan obispos y laicos de Alemania, para tratar temas como el ejercicio del poder, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres en la Iglesia.
En una carta, con fecha 28 de marzo y a la que tuvo acceso CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, Mons. Bätzing indicó que el controvertido Camino Sinodal no busca crear un "Sonderweg", término histórico que literalmente significa camino especial, para la Iglesia en Alemania aislada de la Iglesia Universal.
El también Obispo de Limburgo indicó en la misiva que le "gustaría responder a las preocupaciones de que los católicos en Alemania podrían rechazar su integración en la comunidad de la Iglesia universal o incluso tomar un camino especial lejos de esta comunidad".
"En contraste, quiero asegurarles que en las deliberaciones y decisiones del Camino Sinodal se hace una muy atenta diferenciación respecto a los cambios y reformas que se pueden realizar en el marco de la responsabilidad diocesana de los miembros de la Conferencia Episcopal Alemana; y qué temas, preocupaciones y reformas se pueden suscitar en el contexto de la Iglesia Universal, en particular respecto al Camino Sinodal de la Iglesia Universal", escribió.
Al final de este párrafo, el obispo alemán se refiere al Sínodo de la Sinodalidad que se realizará en Roma en octubre de 2023, luego de un proceso de consulta de dos años en todo el mundo.