Antes de despedirse de Malta, el Papa Francisco visitó el Centro para Migrantes "John XXIII Peace Lab" en Hal Far, donde llamó a responder "al desafío de los migrantes y de los refugiados con el estilo de la humanidad", y pidió ser "hogueras de fraternidad, en torno a las cuales las personas puedan calentarse, recuperarse y reavivar la esperanza".
A continuación el texto completo que pronunció el Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas:
Los saludo a todos con afecto. Estoy contento de concluir mi visita a Malta compartiendo un poco con ustedes. Agradezco al Padre Dionisio su acogida; y sobre todo agradezco a Daniel y a Siriman sus testimonios. Nos habéis abierto vuestros corazones y vuestras vidas, y al mismo tiempo os habéis hecho portavoces de tantos hermanos y hermanas obligados a dejar la patria para buscar un refugio seguro.
Como dije hace algunos meses en Lesbos, «estoy aquí para decirles que estoy cerca de ustedes... Estoy aquí para ver sus rostros, para mirarlos a los ojos» (Discurso en Mitilene, 5 de diciembre de 2021). Desde el día que fui a Lampedusa, nunca los he olvidado. Los llevo siempre en el corazón y están siempre presentes en mis oraciones.
En este encuentro con ustedes migrantes se manifiesta plenamente el significado del lema de mi viaje a Malta. Es una cita de los Hechos de los Apóstoles que dice: «Nos mostraron una cordialidad fuera de lo común» (28,2). Se refiere al modo como los malteses acogieron al apóstol Pablo y a todos los que habían naufragado junto con él cerca de la isla. Los trataron "con una cordialidad fuera de lo común". No sólo con cordialidad, sino con una humanidad excepcional, con una especial atención, que san Lucas quiso inmortalizar en el libro de los Hechos. Deseo que Malta siempre trate de este modo a cuantos llegan a sus costas, que realmente sea para ellos un "puerto seguro".