El Consejo de Ministros de España aprobó el pasado martes el real decreto de enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria, conocida por sus siglas ESO, y que pone en práctica la ley Celaá en las aulas.
Entre los puntos más destacados está que los alumnos podrán pasar de curso sin límite de suspensos, sino por las "expectativas favorables de recuperación", y también se eliminará la calificación numérica.
La asignatura de Religión será voluntaria y su nota no contará para la media. Tampoco tendrá "asignatura espejo", por lo que los alumnos que decidan no cursarla no tendrán que asistir a ninguna clase equivalente.
La asignatura de Filosofía será sustituída por Valores Cívicos y Éticos o por Formación y Orientación Personal y Profesional, que también serán estudiadas con el fin de "romper roles de género y estereotipos".
Según precisa ABC, el Ministerio de Igualdad requirió para la asignatura de Música "la incorporación de la perspectiva de género", para que "el alumnado entienda la imagen y el papel de la mujer en las obras estudiadas, favoreciendo un acercamiento que ayude a identificar los mitos, los estereotipos y los roles de género transmitidos a través de la música y la danza".
Además, subrayan que desde el Ministerio de Igualdad se había pedido la identificación de letras musicales con componentes machistas, de violencia de género, LGTBIfóbicas, racistas o capacitistas, que aparezcan explícita o implícitamente, especialmente aquellas en las que se observan componentes sexuales o relativos a los mitos del amor romántico, entendiéndose por tales mitos el conjunto de creencias sociales sobre el amor en las que se asume una concepción diferencial y complementaria de mujeres y hombres, basada en estereotipos, roles y mandatos de género, ligados a la reproducción de relaciones insanas y desiguales, o en las que se toleren comportamientos abusivos".