La abadesa del Monasterio de Santa Caterina, en Perugia (Italia), anunció que su comunidad será cerrada, porque las monjas se oponen a recibir la vacuna contra el coronavirus.
Las especulaciones sobre el cierre del Monasterio de Santa Caterina comenzaron cuando surgió la noticia de que el Vaticano había realizado una visita apostólica o inspección al convento de clausura benedictino. Sin embargo, la arquidiócesis local señaló a CNA-agencia en inglés del Grupo ACI- que no sabía nada sobre el posible cierre.
En una entrevista con el sitio web Nuova Bussola Quotidiana, la Madre Caterina, abadesa del Monasterio de Santa Caterina, dijo que la única razón que le dieron para el cierre fue que las cinco monjas residentes no querían ser vacunadas.
La religiosa afirmó que la visita apostólica al convento se realizó "poco después de mediados de febrero" e "inmediatamente después del envío del informe".
"Ahora estamos esperando la respuesta de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica", agregó.
Además, dijo que se enteró de la visita apostólica al convento a través del Cardenal Gualtiero Bassetti, Arzobispo de Perugia-Città della Pieve, cuando lo encontró para que firmara un documento. Por su parte, el Purpurado dijo que desconocía los motivos de la visita y que simplemente había sido informado de que se estaba realizando.