El Cardenal Charles Maung Bo, Arzobispo de Yangon y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Myanmar, presidió la ordenación de 13 nuevos sacerdotes en la Catedral de Santa María de Yangon.
"La Iglesia en Myanmar está herida y desplazada. Los sacerdotes son la esperanza del pueblo. Son el refugio de los hermanos y hermanas que sufren", dijo el Purpurado según informa una nota de la agencia vaticana Fides.
"Myanmar necesita la reconciliación y el diálogo: por eso el sacerdote proclama la Buena Nueva y trae la paz".
Los nuevos sacerdotes son de las diócesis de Yangon, Pyay y Pathein. Tres de ellos son jesuitas, dos de la Orden de los Hermanos Menores y los demás son diocesanos.
El Cardenal Bo dijo además que "Myanmar está recorriendo el camino de la cruz. Los sacerdotes están ante los altares y ofrecen generosamente sus vidas por la Iglesia y por la nación".
"El sacerdocio católico consiste en servir, no en mostrar autoridad sobre los demás; consiste en curar a los heridos y a los débiles, no en hacer daño a los demás; consiste en buscar la justicia, no en arrodillarse y rendirse, sino en proclamar que ningún poderoso gobierna el mundo, porque Dios es el Todopoderoso".