VATICANO,
La nueva “Instrucción Redemptionis Sacramentum. Sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía”, no solo responde a dudas frecuentes sobre lo que se puede hacer o no durante la celebración de la Misa sino que también explica el papel de cada participante en el rito.
La Instrucción Redemptionis Sacramentum tiene una introducción, ocho capítulos y una conclusión.
El primer capítulo, que trata sobre el ordenamiento de la sagrada Liturgia, habla de los respectivos papeles de la Sede Apostólica, del Obispo Diocesano, de la Conferencia Episcopal, de los Sacerdotes y de los Diáconos.
El segundo capítulo trata de la participación de los fieles laicos en la celebración Eucarística y advierte que el papel de los sacerdotes y de los fieles laicos no debería ser confundido.
En la presentación del documento, el Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, advirtió que “los laicos tienen su propia función. La Instrucción pone de relieve que esto no significa que todos deban necesariamente hacer algo”.
“Más bien, se trata de estar totalmente conscientes del gran privilegio que Dios les hace al llamarlos a participar con la mente, el corazón y la vida entera, en la liturgia, y recibiendo a través de ella la gracia de Dios. Es importante comprender esto correctamente y no suponer que la Instrucción contiene, en algún modo, prejuicios contra los laicos”, precisó.