VATICANO,
Ante la histórica ceremonia que tendrá lugar esta tarde en la Basílica de San Pedro, donde el Papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, el Cardenal Mauro Piacenza aseguró que se trata de un "acto urgente" que tendrá "una eficacia propia que, aunque no sea medible con criterios puramente humanos, puede cambiar también el curso de la historia".
En una entrevista recogida por ACI Stampa, publicación en italiano del Grupo ACI, el penitenciario mayor reflexionó acerca de la celebración penitencial "24 horas para el Señor", que comenzará a las 5:00 p.m (hora de Roma) en la Basílica de San Pedro y concluirá con el acto de consagración.
El Cardenal aseguró que el hecho de que esta ceremonia penitencial, celebrada desde 2014 al final del Curso del Fuero Interno, haya coincidido con la Solemnidad de la Anunciación, "es pura providencia" y algo que "nos invita a reflexionar sobre la extraordinaria figura de María, Madre de Misericordia, porque es la Madre del Salvador".
"María misma es un signo luminoso de misericordia para toda la humanidad, un signo que el Padre manifiesta y nos ofrece continuamente", dijo.
Respecto al acto de consagración, el Cardenal Piacenza aseguró que "como demuestran las dramáticas circunstancias, se trata de un gesto que no sólo sigue siendo pertinente, sino que es incluso urgente".
"La paz está íntimamente ligada a la misericordia. La paz interior de cada persona, la paz del corazón, la paz de la conciencia, depende de la misericordia divina, del conocimiento de que las propias contradicciones y pecados sólo pueden resolverse en el abrazo del amor del Padre. No hay paz sin justicia y no hay paz sin misericordia", aseguró el Cardenal.