La religiosa colombiana Gloria Cecilia Nárvaez, secuestrada durante casi cinco años por yihadistas en Mali, compartió su testimonio de amor y fidelidad a Dios en la "Noche de los Testigos", un encuentro de oración por los cristianos perseguidos que se realizó en la Catedral de la Almudena en Madrid, organizado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
La religiosa colombiana, miembro de la Congregación Franciscana de María Inmaculada, recordó que con sus hermanas de comunidad servían en la catequesis de niños, jóvenes y en la promoción de las mujeres en el pueblo de Karangasso, en Mali.
La hermana Gloria fue secuestrada por yihadistas armados el 7 de octubre de 2017, quienes "se querían llevar a una de las hermanas, a la más joven. Ofrecí mi vida para que no le hicieran daño, es así como comienza la pasión, el sufrimiento unido a Jesús, tal y como Él fue maltratado, abandonado, incomprendido y perseguido".
La religiosa recordó que al salir de la casa, sus captores le pusieron una cadena en el cuello con un artefacto explosivo "y fui adentrándome al desierto" del Sahara. Durante los cuatro años y ocho meses de cautiverio, los terroristas la fueron cambiando de lugar.
En ese tiempo y entre "la arena del desierto, las oraciones, las preguntas de estos interminables años de silencio y soledad" solían estar en su mente.
"Aunque fueron años difíciles, puedo decir con certeza que mi espíritu no estuvo secuestrado", aseguró.