REDACCION CENTRAL,
La Beata Alejandrina María da Costa de Balasar, conocida en Portugal como "la cuarta vidente de Fátima", influenció para que en 1942 el Papa Pío XII consagrara el mundo al Inmaculado Corazón de María.
El próximo 25 de marzo el Papa Francisco volverá a realizar la consagración al Inmaculado Corazón de María, esta vez de Rusia y Ucrania, a pedido de los obispos de este país luego de la invasión rusa que comenzó el 24 de febrero.
Un extracto del libro "Bendita Alejandrina, un milagro viviente de la Eucaristía", de Kevin Rowles, indica que la beata fue una de las más "grandes místicas católicas de los tiempos modernos".
Alejandrina nació en Balasar, provincia de Oporto y Arquidiócesis de Braga (Portugal) el 30 de marzo de 1904. Fue criada en la religión católica.
Lamentablemente, desde los 20 años vivió postrada en una cama, después de sufrir heridas al escapar de un atacante. Era el 14 de abril de 1925 cuando Alejandrina se puso en el lecho para no levantarse por los restantes 30 años de su vida.
En cuanto comprendió que el sufrimiento era su vocación, la abrazó con prontitud. Decía: "Nuestra Señora me ha concedido una gracia aún mayor. Primero la resignación, después la conformidad completa a la voluntad de Dios, y en fin el deseo de sufrir".