Villafuerte afirmó que con el veto parcial "se completa el fracaso" de "los tres poderes del Estado: una Corte Constitucional, una Asamblea Nacional y ahora una Presidencia, que no han querido, ni han podido defender, ni mucho menos respetar el artículo 45 de la Constitución".
"Nosotros como organizaciones provida y profamilia presentamos un manifiesto público firmado por 35 entidades a nivel nacional, donde pedíamos específicamente un veto total, ya que tenemos que mantener esa coherencia y rechazar esta y cualquier otra ley que atente contra ese fundamental derecho de los ecuatorianos por nacer", recordó.
La líder provida dijo que la Asamblea emitirá una ley "con o sin las observaciones del presidente, pero que al final del día, seguirá siendo una ley que no ataca el problema de raíz como es el abuso intrafamiliar, no ofrece soluciones para aquella madre víctima de violación que quedó embarazada y que no desea practicarse un aborto, ni mucho menos ofrece sanciones firmes y fuertes para ir tras el agresor".
Sin embargo, para María de Lourdes Maldonado, abogada y directora de la organización sin fines de lucro Dignidad y Derecho, de Ecuador, el veto parcial del presidente Lasso es positivo, porque afirma que "la primera batalla es limitar lo más posible el aborto en el Ecuador".
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"Es necesaria una ley que limite los alcances de la sentencia de la Corte Constitucional", dijo a ACI Prensa.
Según Maldonado, un veto total "implicaría la aplicación de la sentencia sin límites, requisitos, etc.", y por otro lado, el veto parcial detendría la "aprobación del texto inicial aprobado por la Asamblea que reconoce al aborto como un derecho".
Lo que hizo la sentencia de la Corte Constitucional fue modificar el artículo 150 numeral 2 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que establecía que el aborto no es punible en Ecuador "si el embarazo es consecuencia de una violación en una mujer que padezca de discapacidad mental". El cambio eliminó la frase "que padezca de discapacidad mental".
Para Maldonado "la discusión actual no es 'aborto si o aborto no', por muy deseable que esa fuese la situación. La verdadera disyuntiva es 'aborto ilimitado vs. aborto muy limitado', tal y como está ocurriendo en países como Canadá, donde el aborto también fue aprobado por vía judicial y llevan años intentando conseguir una ley que limite la práctica del aborto".
Maldonado señaló que "la única forma de lograr defender la vida de una manera completa, es revertir la sentencia mediante un nuevo pronunciamiento de la Corte Constitucional, que actualmente es difícil porque conocemos cuál es su posición".
"Deberemos unir esfuerzos hasta lograr ganar la guerra revirtiendo la sentencia de la Corte Constitucional", enfatizó.