VATICANO,
Después de rezar el Ángelus del segundo domingo de Cuaresma, el Papa lamentó la situación de las víctimas de la guerra en Ucrania y exigió el cese del conflicto antes de que las ciudades "se conviertan en un cementerio".
Tras el rezo del Ángelus del segundo domingo de Cuaresma, el Papa Francisco expresó ante los fieles de la Plaza de San Pedro su profundo dolor por la situación que se está viviendo en Ucrania.
Al finalizar el rezo a la Virgen María, el Papa Francisco habló de Mariupol, la ciudad ucraniana conocida como "la ciudad de María", que se ha convertido en el lugar que más severamente está sufriendo los ataques de Rusia.
Desde hace varios días, los soldados rusos han sitiado la ciudad y los civiles se encuentran atrapados sin apenas luz, comida o calefacción. Los que no logran sobrevivir son enterrados en fosas comunes que, según denunció el Patriarca ucraniano Sviatoslav Shevchuk, no se veían desde la época nazi.
Este 13 de marzo se cumplen 9 años desde que el Papa Francisco fue elegido Obispo de Roma, una fecha marcada por el dolor de una guerra que ya se ha llevado por delante miles de vidas inocentes.
Han sido a estas personas a las que el Papa ha recordado tras el rezo del Ángelus, donde ha asegurado que "ante la barbarie de la matanza de niños, inocentes y civiles indefensos, no hay razones estratégicas que valgan: lo único que hay que hacer es poner fin a la inaceptable agresión armada, antes de que reduzca las ciudades a cementerios".