Ante la reciente despenalización del aborto libre hasta las 13 semanas en el estado mexicano de Sinaloa, la Diócesis de Culiacán hizo pública una dura advertencia: Los políticos católicos que votaron a favor de esta ley no pueden recibir la Eucaristía ni ser padrinos en otros sacramentos.
En una carta abierta, el P. Miguel Ángel Soto Gaxiola, responsable diocesano de la Comisión para la vida, familia, juventud y laicos de Culiacán, indicó a los diputados católicos que votaron a favor de despenalizar el aborto en Sinaloa que si "se les niega la Comunión, no es en lo absoluto una sanción eclesiástica sino el reconocimiento del estado objetivamente indigno de una persona a recibir la Sagrada Comunión".
El 8 de marzo, con 28 votos a favor, 2 en contra y 9 abstenciones el Congreso de Sinaloa aprobó una serie de reformas a normas estatales de Sinaloa, como el Código Penal, la Ley de Salud, el Código Familiar, el Código Civil y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Con las reformas aprobadas, Sinaloa se convirtió en la séptima entidad federativa mexicana en despenalizar el aborto, después de Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Colima y Baja California.
La votación se produjo apenas medio año después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el máximo órgano judicial de México con facultades de Tribunal Constitucional, declarara inválido que la Constitución de Sinaloa protegiera la vida desde la concepción.