El Obispo de Arecibo (Puerto Rico), Mons. Daniel Fernández Torres, destituido por el Papa Francisco este 9 de marzo, aseguró que se siente "bienaventurado por sufrir persecución y calumnia".
En una carta publicada poco después de que la Oficina de Prensa de la Santa Sede anunciara la decisión del Papa, Mons. Fernández Torres aseguró que "hoy puedo tener la frente en alto y aún siendo imperfecto y pecador, saber que he hecho lo correcto y eso me da mucha paz interior".
"Me conforta además el significado en hebreo del nombre Daniel, que providencialmente recibí en mi bautismo, 'Dios es mi juez'", expresó.
Con información de una fuente cercana al caso, ACI Prensa señaló el 8 de marzo que la destitución del Obispo de Arecibo, de 57 años, era inminente.
Los obispos están obligados a presentar su renuncia al Papa a los 75 años, según establece el canon 401 del Código de Derecho Canónico, la ley de la Iglesia. Si lo hacen antes, debe haber una razón grave que suele ser por motivos de salud.
La destitución estaba originalmente programada para el 9 de marzo. Sin embargo, la tarde de ayer, en medio de consultas por vía telefónica y correo electrónico realizadas por esta agencia, el Delegado Apostólico para Puerto Rico, Mons. Ghaleb Moussa Abdalla Bader, le comunicó al Obispo de Arecibo que la decisión de la Santa Sede quedaba temporalmente suspendida.