VATICANO,
En el marco de la guerra en Ucrania, el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Gabriel Giordano Caccia, pidió en nombre de la Santa Sede el cese inmediato de la hostilidad y "una vuelta a la diplomacia y el diálogo".
Según informó L´Osservatore Romano, el Arzobispo participó en el acto celebrado bajo el título "Lanzamiento conjunto Humanitario de Emergencia y del Plan Regional de Respuesta a los Refugiados para Ucrania", y en la 11ª sesión especial de emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas de Nueva York.
En ambas ocasiones, Mons. Giordano Caccia recordó el llamamiento del Papa Francisco de abrir con urgencia corredores humanitarios para las personas que huyen del conflicto en Ucrania.
"La Santa Sede considera esencial garantizar el acceso pleno, seguro y sin obstáculos de los agentes humanitarios para que puedan ofrecer rápidamente asistencia a las poblaciones civiles necesitadas en Ucrania. La protección de la población civil, así como del personal humanitario, de acuerdo con el derecho internacional humanitario, debe ser una prioridad", defendió el Prelado durante su intervención en Nueva York.
A continuación, explicó que por esta razón "la Santa Sede se une a los numerosos Estados miembros que han pedido el cese inmediato de las hostilidades y la vuelta a la diplomacia y al diálogo".
"A medida que avanzamos, la Iglesia católica y sus instituciones caritativas, a distancia y sobre el terreno, ya están ayudando a miles de personas y seguirán haciéndolo", confirmó el Arzobispo, quien también agradeció la labor de los países que "están ofreciendo ayuda humanitaria a las personas necesitadas tanto en Ucrania como en los países vecinos donde muchos ucranianos han buscado seguridad".