Mons. Daniel E. Flores, Obispo de Brownsville rogó a las autoridades de Texas (Estados Unidos) que no se ejecute a Melissa Lucio, una mujer de 53 años que fue condenada a la pena capital por la muerte, en 2007, de Mariah Álvarez, su hija de dos años.
"Hace 15 años el Valle del Río Grande entró en shock al oír de la muerte, en Brownsville, de Mariah, una niña de dos años. Hoy Melissa Lucio, madre de la pequeña, y ahora abuela, está condenada a muerte, esperando ser ejecutada por la muerte de su hija", explicó el Prelado en una reciente declaración.
"Hay muchas circunstancias que suscitan dudas sobre la condena contra Melissa Lucio por homicidio en primer grado. La información del caso y las circunstancias mitigantes a su alrededor están disponibles para quienes quieran saber más de él", dijo el Obispo.
Sobre la futura ejecución, el Obispo resaltó que "la muerte no es la respuesta a la muerte. No se mejora una tragedia matando a alguien más. No se restablece la justicia porque otra persona muere".
"Ejecutar a Melissa no le dará paz a sus hijos, solo causará más dolor y sufrimiento.
Ruego al estado de Texas que conmute la pena de muerte de Melissa. No descartemos su vida".