VATICANO,
Durante el rezo del Ángelus dominical este 27 de febrero, el Papa Francisco explicó la importancia de tener "una mirada limpia" y reconocer las "miserias" y los errores de uno mismo sin juzgar a los demás, igual que lo hace Dios, que "siempre está dispuesto a perdonar los errores".
Desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre reflexionó acerca del Evangelio de San Lucas, e invitó a los fieles a no juzgar a otras personas y a tener una mirada pura y cuidar las palabras, aquellas que "muestran lo que hay dentro del corazón".
"En el Evangelio de la Liturgia de hoy, Jesús nos invita a reflexionar sobre nuestra mirada y nuestras palabras", dijo.
"En primer lugar, sobre nuestra mirada. El riesgo que corremos, dice el Señor, es concentrarnos en mirar la astilla en el ojo de nuestro hermano sin fijarnos en la viga de madera en el nuestro", continuó.
Al actuar así, advirtió, estamos "muy atentos a las faltas de los demás, incluso a las más pequeñas, pasando por alto las nuestras, dándoles poco peso".
En este sentido, el Papa lamentó que "siempre encontramos razones para culpar a los demás y justificarnos".