La Archidiócesis de Granada (España) acogió la celebración de la beatificación de 16 mártires que murieron durante la persecución religiosa del siglo XX.
En concreto estos mártires fueron asesinados entre junio y septiembre de 1936, durante la Guerra Civil Española (1936-1939).
El Cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidió la ceremonia en la Catedral de Granada, junto al Arzobispo Mons. Javier Martínez; el Nuncio de la Santa Sede, Mons. Bernardito Azua; el Obispo auxiliar de Madrid, Mons. Juan Antonio Martínez Camino, y el Arzobispo de Valencia, Mons. Antonio Cañizares, que fue anteriormente Arzobispo de Granada. Además de otros Obispos de la región de Andalucía, en donde se encuentra la Archidiócesis de Granada.
De los 16 mártires, 14 eran sacerdotes, un seminarista y un laico de Acción Católica. El P. Cayetano Giménez preside esta causa de martirio, él pidió morir el último y lo hizo tras dar la absolución a cada uno de sus compañeros. Murió gritando: ¡Viva Cristo Rey! Ante su entereza, los asesinos volvían al pueblo diciendo: ¡Vaya con el viejo! ¡Qué valor ha tenido!
Durante la homilía, el Cardenal Marcello Semeraro aseguró que "los santos son un don de Dios, especialmente los mártires".