Ucrania, el país que desde el 24 de febrero sufre la invasión de Rusia, tiene actualmente 43,5 millones de habitantes, una gran mayoría cristiana ortodoxa y, entre las minorías, un 9% de greco católicos.
La población total de Ucrania era en el 2021 de 43,5 millones de habitantes. Según el informe sobre libertad religiosa publicado ese año por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el 86,4% de la población es cristiana (mayoritariamente cristiana ortodoxa), el 12% agnósticos o ateos, el 1,5% musulmanes y el 0,1% profesan otras religiones.
La religión mayoritaria en Ucrania es el cristianismo ortodoxo oriental, que se divide en la Iglesia Ortodoxa de Ucrania o del Patriarcado de Kiev, cuya cabeza es el metropolita Epifanio I de Ucrania y que representa al 42,1% de la población; y la Iglesia Ortodoxa Ucraniana bajo el Patriarcado de Moscú, que se dividió de la primera en el año 2018 y que comprende al 29% de la población.
La Iglesia Greco-Católica ucraniana forma parte de las Iglesias católicas de rito bizantino y a ella pertenece el 14,1% de los ucranianos. Su liturgia y tradiciones son similares a las ortodoxas, pero están en comunión con la Santa Sede. Está dirigida por el Arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuck, de la Archieparquia ucraniana de Kiev-Halych.
Los greco-católicos ucranianos se concentran en las provincias occidentales que limitan con Polonia, en particular en la ciudad de Lviv (Leópolis). Hay 16 eparquías o exarcados, equivalentes a diócesis y vicariatos, de la Iglesia en todo el país, incluidos Crimea, Lugansk y Donetsk; estas dos últimas son las regiones que Vladimir Putin reconoció como repúblicas independientes.
La Iglesia Greco-Católica ucraniana tiene sus raíces en la cristianización del siglo X de la Rus de Kiev, una federación de tribus eslavas orientales, cuya herencia comparten Ucrania, Rusia y Bielorrusia.