El Obispo de la Diócesis de Petrópolis, Río de Janeiro (Brasil), Mons. Gregorio Paixao, llamó a la población a solidarizarse con los cientos de damnificados que dejó la fuerte tormenta del martes y dijo que las iglesias donde ocurrió la tragedia están abiertas para acoger a estas personas.
El 15 de febrero, fuertes lluvias desencadenaron en una fuerte tormenta que azotó la ciudad de Petrópolis y dejó a su paso decenas de muertos, personas sin hogar y desaparecidos.
Las lluvias alcanzaron un volumen de 260 milímetros en sólo seis horas, una medida superior a la esperada para todo el mes de febrero. La tormenta provocó inundaciones y derrumbes en los cerros que a su paso destruyeron casas.
Según AP, hasta ahora se han registrado 58 muertos, cientos de personas sin hogar y, según el Departamento de Bomberos, aún no se sabe el número total de personas desaparecidas.
El Ayuntamiento de Petrópolis declaró en estado de calamidad pública a la ciudad. El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, dijo que encontró en el lugar una "situación de guerra". Como medida de emergencia, las autoridades reforzaron los equipos hospitalarios para asistir a las víctimas.
En un video publicado por la Diócesis de Petrópolis, Mons. Gregorio Paixao dijo que todas las iglesias están abiertas para recibir a los damnificados.