VATICANO,
Todas las miradas de los fieles y turistas que caminaban esta mañana por el Vaticano se centraron en un pequeño gato que había quedado atrapado en lo alto de la gran columnata que rodea la Plaza de San Pedro.
A última hora de la mañana del 15 de febrero, los bomberos subieron varias veces a lo alto del pórtico con la escalera telescópica para intentar coger al gato de la esquina en la que estaba posado.
Varios intentos fueron en vano, ya que la peluda criatura pasó por los brazos del bombero y rodeó el borde de la obra arquitectónica diseñada por el escultor del siglo XVII Gian Lorenzo Bernini.
Por el momento no se sabe a quién pertenece el gato ni cómo pudo ascender por la columnata, que consta de 284 columnas de unos 15 metros de altura, dispuestas en filas de cuatro.
Al parecer, los bomberos se tomaron un tiempo para reagruparse después de que el gato se desplazara a una nueva posición, escondiéndose detrás de los altavoces mientras llegaba la lluvia.
Algo menos de una hora después, el gato había evadido a los bomberos una vez más, antes de saltar ileso al suelo, donde el personal de seguridad del Vaticano lo recogió sano y salvo. No está claro cuál será el próximo destino del gato, pero los transeúntes especulan que será entregado a una familia para que lo cuide.