Mons. Gänswein dijo que Benedicto XVI encontró entonces una "resistencia interna" en el Vaticano mientras tomaba acciones decisivas contra los abusadores, algo que pudo superar con el apoyo del Papa polaco.
"No solo tuvo un papel decisivo, él fue la figura decisiva, el hombre decisivo, el que no solo alentó la transparencia sino que dio pasos concretos hacia la transparencia. Se puede decir que él es el 'padre de la transparencia', y así también logró convencer al Papa Juan Pablo II", dijo el Arzobispo.
Luego de la muerte de Juan Pablo II en 2005, Benedicto XVI fue elegido Papa. Durante sus casi ocho años de pontificado, expulsó a cientos de abusadores del estado clerical, se encontró regularmente con víctimas de abusos y respondió a la crisis de abusos en Irlanda con una carta pastoral en 2010.
Mons. Gänswein dijo que "el hombre que, en este importante asunto, todo este asunto de los abusos y la pedofilia, alentó e implementó los instrumentos decisivos para ayudar, como prefecto o como Papa, es acusado ahora de algo que contradice 25 años de su labor".
"Entonces, lo que percibo una y otra vez es ignorancia, por un lado, y de otro lado una excesiva sobrevaloración de la propia opinión. Y eso es algo que no tiene nada que ver con una cobertura verdadera", expresó.
"Solo espero que la gente que lee y ha leído la carta, la gente que conoce al Cardenal Ratzinger, al Papa Benedicto, no se deje influenciar o convencer por tales juicios sesgados. Eso espero".
El "abuso del abuso"
Mons. Gänswein resaltó que la publicación del informe de Múnich, y la ola de enojo que ha generado, coincide con un encuentro crucial del Camino Sinodal, el polémico proceso que reúne a obispos y laicos de Alemania para tratar diversos temas como el ejercicio de poder en la Iglesia, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres.
En la reunión realizada del 3 al 5 de febrero, los participantes votaron a favor de textos que piden la abolición del celibato sacerdotal, la ordenación de mujeres en el sacerdocio, la bendición de parejas del mismo sexo y cambios en la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad.
Los defensores del Camino Sinodal presentaron esto como una respuesta necesaria a la crisis sobre abusos en la Iglesia en Alemania, lo que ha llevado a un éxodo de católicos, aunque los críticos afirman que esto llevará finalmente a un cisma.
"Podemos especular sobre qué tanto todo esto está ligado temporalmente o como causa con lo que se ha mencionado, es decir –para nombrarlo precisamente– el Camino Sinodal en Alemania y otros movimientos", dijo Mons. Gänswein al entrevistador.
"Pero una cosa es clara: algunas metas que el Camino Sinodal busca son algo para lo que la persona y el trabajo de Benedicto se interponen".
"Y existe un gran, gran peligro de que todo lo que tiene que ver con la pedofilia y los abusos se tome ahora monocausalmente, por decirlo de algún modo, para abrir este camino primero y luego seguir. La semana pasada vimos que se aprobaron textos y vimos adónde se supone que lleva todo esto", señaló.
El Arzobispo se refirió al argumento de los críticos del Camino Sinodal, respecto a que el proceso manipula la crisis de abusos como un pretexto para remodelar radicalmente la Iglesia. El argumento puede resumirse en la frase "el abuso del abuso".
"Siempre se ha dicho que las víctimas del abuso son el centro. Y eso es totalmente cierto. Sin embargo, también está el concepto del 'abuso del abuso'. Y eso es precisamente el peligro que subyace", reflexionó Mons. Gänswein.
"No debemos olvidar que siempre que se trata de manipular a alguien o algo, lo que intentan en realidad es alcanzar una meta escondiéndola detrás de otra realidad, por decirlo de algún modo, hasta que se cree que se logró la meta".
"Un increíble torrente de desinformación"
La enorme logística que la investigación de Múnich supuso para el anciano Benedicto XVI, que cumplirá 95 años en abril, es otro tema del que Mons. Gänswein habló extensamente.
"Al Papa Benedicto se le preguntó si estaba dispuesto a participar en este informe. Él dijo: 'No tengo nada que esconder, lo haré con gusto'", dijo Mons. Gänswein.
Hacer eso supuso revisar "una gran cantidad de información", recordó el Arzobispo.
La firma legal le envió a Benedicto XVI veinte páginas de preguntas detalladas, que exigieron la revisión detallada de unas ocho mil páginas de archivos diocesanos digitalizados, explicó Mons. Gänswein.
Esa ardua tarea recayó en el sacerdote alemán y experto legal en Roma, Stefan Mückl. Sin poder "copiar y pegar" de los extensos registros, Mückl tomó extensas notas a mano y pudo completar su labor en tres semanas, dijo el Arzobispo.
Revisar el informe final de la firma legal fue otro desafío para Benedicto XVI y su pequeño grupo de asesores. "El informe tenía 1.983 páginas, incluida la declaración de Benedicto y la declaración de otros cardenales que respondieron. Imagine esa enorme cantidad de texto: 2 mil páginas, ¡y todos esperando que responda inmediatamente! Era simplemente imposible", dijo Mons. Gänswein.
"Una semana después, (el actual Arzobispo de Múnich), el Cardenal Marx anunció una rueda de prensa en Múnich. Y el Papa Benedicto dijo 'tengo que leer esto primero, quiero leerlo primero. Y le pediré al equipo que lo lea y luego responderé'. Tiene que admitir ante cualquiera, que a cualquier hombre de cualquier edad esto le toma tiempo".
La respuesta formal de Benedicto XVI a la firma legal, que el Papa Emérito revisó, tenía 82 páginas. "Y ahí surgió la crítica. 'Es demasiado jurídica, no es la voz de Benedicto para nada'. Pero a las preguntas legales, que con frecuencia son complicadas y escritas en una forma ondulada –si se puede decir así– solo se puede responder usando el mismo lenguaje", explicó Mons. Gänswein.
"Tranquilo y lleno de confianza"
¿Y qué efectos tiene todo esto en la salud del Papa Emérito? En fotografías recientes, Benedicto XVI se ve claramente más frágil y él ha hablado abiertamente sobre el fin de la vida, como lo hizo nuevamente la semana pasada en una carta.
"Pronto, me encontraré ante el juicio final de mi vida", aseguró.
También dijo que "sin embargo, tengo buen ánimo porque confío firmemente en que el Señor no solo es un juez justo, sino un amigo y hermano que ha sufrido por mis faltas, pero que es también mi abogado, mi 'Paráclito'".
Mons. Gänswein confirmó la disposición positiva de Benedicto XVI, precisando que este párrafo final de la carta del Papa Emérito fue escrito "en la presencia de Dios" y "es tal vez la clave para todo".
"Esta mañana hemos celebrado Misa juntos, como todos los días. Hemos rezado Laudes y desayunamos. Y luego él se dedicó a sus cosas y yo estoy aquí ahora", comentó Mons. Gänswein.
"Le va bien, ya no hay presión, gracias a Dios y después de la publicación de su carta con el chequeo de los hechos. Pero puedo decir que él siempre está tranquilo y lleno de confianza en Dios".
Mons. Gänswein dijo también que "por supuesto, una cosa es resistir la presión y otra distinta es sobrellevarla internamente. Pero gracias a Dios ha logrado hacerlo, está calmado y, sobre todo, nunca ha perdido el sentido del humor".
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
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