VATICANO,
En un mensaje dirigido al Pontificio Comité Científico de las Ciencias Históricas, que este año celebra el 50º Aniversario de su fundación, el Papa Juan Pablo II destacó que los Evangelios son un punto de referencia que ayudan a comprender mejor la historia de la humanidad.
Tras destacar la importancia que la Iglesia le da a la promoción de la cultura en general y específicamente de la historia, el Santo Padre destacó que la importancia de “cultivar un serio conocimiento histórico de los diversos campos en los que se articula la vida del individuo y de la comunidad”. “No existe nada más inconsistente que hombres o grupos sin historia. La ignorancia del propio pasado lleva fatalmente a la crisis y a la pérdida de identidad de los individuos y la comunidad”, agregó.
El Pontífice señaló que el historiador creyente, “sabe que posee en las Sagradas Escrituras de la Antigua y la Nueva Alianza una clave ulterior de lectura para una conciencia adecuada del hombre y del mundo. Es en el mensaje bíblico, efectivamente, que se conoce la aventura humana en sus pliegues más ocultos: la creación, la tragedia del pecado, la redención”.
“Así se define el verdadero horizonte interpretativo en el que pueden ser comprendido eventos, procesos y figuras de la historia en su significado más recóndito”, agregó el Sumo Pontífice.
Juan Pablo II destacó además que un marco histórico renovado, puede conducir a una convivencia armoniosa de los pueblos”; por ello, “a una investigación histórica libre de prejuicios y vinculada únicamente a la documentación científica se le asigna un papel insustituible en el derribo de las barreras existentes entre los pueblos”.
El Papa recordó que “la Iglesia misma es un fenómeno histórico y por tanto un objeto eminente de la ciencia histórica”; por ello “la historia de la Iglesia se manifiesta como lugar oportuno al cuál dirigirse para conocer mejor la verdad misma de la fe”.