A raíz de un tiroteo que causó la muerte de dos personas y dejó cuatro heridos en Paraguay, los obispos repudiaron todo tipo de violencia y exigieron al Gobierno señales claras de seguridad para la población.
El 30 de enero se realizó el festival de música Jaumina Fest en la ciudad de San Bernardino, a unos 50 kilómetros de Asunción.
Durante el concierto gratuito, al que asistieron miles de personas, hubo un tiroteo que dejó dos muertos y cuatro heridos. Entre los fallecidos está una reconocida influencer y profesora de nutrición y fitness, Cristina "Vita" Aranda, de 29 años de edad.
La prensa local explicó que una de las teorías que investiga la policía es un ajuste de cuentas entre narcotraficantes.
Además de elevar oraciones por los fallecidos y heridos, y manifestar su solidaridad y cercanía espiritual a los familiares y amigos, la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) repudió "rotundamente los violentos asesinatos". "Hechos de violencia de dicha magnitud y gravedad no son normales y no debe afectar a nuestra sociedad", sostuvieron los obispos en un comunicado del 3 de febrero.
"Con estos hechos de violencia que se generan aumenta la sensación de incertidumbre y desazón en la población paraguaya, lo que a su vez se traduce en angustia para todos, pues, cualquier espacio público de nuestro país podría verse inseguro e intranquilo", afirmaron.