Obispo alemán defiende a Benedicto XVI: Ha sido uno de los primeros en luchar contra abusos

El 15 de enero de 1980 hubo una reunión en la Arquidiócesis de Múnich en la que se abordó el traslado de Hullermann. En un inicio Benedicto XVI dijo a los investigadores que no había participado; sin embargo, en una declaración publicada el 24 de enero por el semanario católico alemán Die Tagespost, el secretario del Papa Emérito, Mons. Georg Gänswein, indicó que hubo un error de edición y que Benedicto XVI rectificaba que sí había estado presente.

"Sin embargo, sí es objetivamente correcta, y está documentada en los archivos, la declaración de que no se tomó ninguna decisión en la reunión sobre una misión pastoral del sacerdote en cuestión", indicó Mons. Gänswein.

"En vez de eso solo se vio el pedido de darle (al sacerdote) alojamiento durante el tiempo en que iba a recibir tratamiento terapéutico en Múnich", señaló.

En unas declaraciones dadas días antes al diario alemán Die Zeit, Mons. Gänswein también rechazó la versión de que el entonces Arzobispo Ratzinger sabía de la acusación de abusos contra el sacerdote H al momento de decidir admitirlo en la Arquidiócesis. "Él no conocía la historia previa", afirmó.

En las declaraciones difundidas ayer miércoles por la agencia SIR, Mons. Oster recordó que en la biografía que Peter Seewald publicó en 2020 sobre Benedetto XVI aparece que el entonces Arzobispo Joseph Ratzinger estuvo presente en el encuentro de 1980, cuando llegó la admisión de parte del sacerdote abusador H.

"Entonces, la investigación de Seewald había ya revelado la participación de Ratzinger" y "era también claro que este encuentro no estaba relacionado a la asignación de H. en la pastoral, sino su permanencia en Múnich para las terapias", indicó.

En ese sentido, dijo que en la defensa presentada por Benedicto XVI al estudio legal que hizo la investigación hubo "un error fatal". Añadió que la corrección que llegó poco después y "que habla de un 'accidente' en la 'elaboración editorial', aclara que el Papa Emérito, de 94 años, se habría confiado en colaboradores que han cometido un error crucial sobre un punto crucial".

"Desde mi punto de vista –añadió Mons. Oster–, es demasiado evidente la intención de hacer aparecer al Papa Emérito lo más intachable posible frente a todas las posibles acusaciones, por la vía legal, en estas declaraciones".

La agencia SIR indicó que para el obispo alemán se trataría, por tanto, de un error cometido por los colaboradores por proteger a Benedicto XVI, pero que regresó como un boomerang.

El Obispo de Passau, partiendo de su conocimiento personal del Papa Emérito, afirmó que Benedicto XVI "fue uno de los primeros en reconocer" la plaga de la pedofilia en la Iglesia, y de tomar "medidas concretas y eficaces, a través de muchos encuentros con las personas golpeadas y un duro juicio sobre los culpables".

La defensa de Mons. Oster se suma a las declaraciones del Cardenal Fernando Filoni, actual gran maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos desde 2011, que destacó días atrás la "profunda y altísima honestidad moral e intelectual" de Papa Emérito Benedicto XVI.