El presidente del Instituto Chileno Católico de Migración (INCAMI) y de Cáritas Chile, Mons. Moisés Atisha, llamó al Gobierno a buscar una pronta solución ante la nueva crisis migratoria en el norte del país
La migración forzada de países como Venezuela y Colombia ocasionó el ingreso irregular a Chile. Esta situación se agravó con el cierre de fronteras debido a la pandemia del COVID-19.
Además, en abril de 2021 se promulgó una nueva ley de migración para la regularización de extranjeros. Como consecuencia, aquellas personas que no contaban con la documentación y los requisitos necesarios han sido expulsadas. En otros casos, los inmigrantes han logrado cruzar las fronteras en forma irregular, pero se encuentran en deplorables condiciones: pernoctando en la vía pública, sin servicios básicos, entre otros.
En ese contexto, la agresión de unos inmigrantes contra dos carabineros en la ciudad de Iquique el pasado 25 de enero provocó el descontento de los chilenos, que protestaron en esa ciudad y en Arica con un paro de actividades, marchas y bloqueos de carretera debido a la inseguridad que dicen sentir.
Mons. Atisha, también Obispo de Arica, emplazó a las autoridades a que busquen "un camino realista de solución y regularización, debe haber un trabajo en red con las autoridades de los otros países involucrados, de acuerdo a los principios de la ayuda humanitaria".
"Ninguna de las dos ciudades puede absorber las demandas de vivienda, trabajo, salud y educación generadas por los grupos de emigrantes que siguen llegando a esta zona del país", precisó.