VATICANO,
Este miércoles 2 de febrero, el Papa Francisco dirigió una carta a la presidenta de la Conferencia Mundial de Institutos Seculares, Jolanta Szpilarewicz, con motivo del 75º aniversario de la constitución apostólica Provida Mater Ecclesia, en la que afirmó que la Iglesia siempre necesitará de los carismas de estas instituciones.
Al comienzo de la carta, el Santo Padre recordó a su predecesor Pío XII, "quién reconoció la forma de testimonio que, sobre todo desde las primeras décadas del siglo pasado, se extendía entre los católicos laicos especialmente comprometidos".
Fue el 12 de marzo de 1948 cuando Pío XII publicó el motu propio Primo Feliciter, por el que se confería la plena legitimación de esta forma vocacional de consagración. El Papa Francisco define a este documento como una "llave interpretativa importante" y "en cierto sentido revolucionario", ya que reconocía "la identidad específica del carisma" precedente de la secularidad, definida como "la razón de ser" de los propios institutos.
El Santo Padre dijo que "parece que han pasado más de 75 años si miramos los cambios de la Iglesia y el desarrollo de tantos movimientos eclesiales con carismas similares".
Asimismo, aseguró que formará parte de la asamblea que se celebrará en agosto y les invitó a "invocar de manera especial al Espíritu Santo para que renueve en cada miembro de los institutos seculares la fuerza creativa y profética que ha hecho de ellos un gran regalo para la Iglesia antes y después del Concilio Vaticano II". El Pontífice advirtió que existe "un gran desafío en la relación entre secularidad y consagración, aspectos a los que están llamados a mantener unidos".
"Estén animados, queridos miembros de los institutos seculares, por el deseo de vivir una secularidad santificada, porque son una institución laica. Son unos de los carismas más antiguos y la Iglesia siempre les necesitará. Pero su consagración no debe confundirse con la vida religiosa. El bautismo es la primera y más radical forma de consagración", explicó el Papa.