Muchas veces nosotros decimos creo, creo en la comunión de los santos. Pero si alguien pregunta ¿qué es la comunión de los santos? Yo recuerdo que de niño respondía inmediatamente: los santos hacen la comunión, es algo que no entendemos qué decimos, qué significa la comunión de los santos. No es que los santos reciban la comunión, es otra cosa.
A veces también el cristianismo puede caer en formas de devoción que parecen reflejar una mentalidad más pagana que cristiana. La diferencia fundamental está en el hecho de que nuestra oración y nuestra devoción del pueblo fiel no se basa en la confianza en un ser humano, o en una imagen o en un objeto, incluso cuando sabemos que son sagrados. Nos recuerda el profeta Jeremías: «Maldito sea aquel que fía en hombre [...]. Bendito sea aquel que fía en Yahveh» (17,5-7). Incluso cuando nos encomendamos plenamente a la intercesión de una santo, o más aún en la Virgen María, nuestra confianza tiene valor solamente en relación con Cristo. Como si el camino hacia este santo o hacia la Virgen no terminara allí. No, sino que está en relación con Cristo. Y el vínculo que nos une a Él y entre nosotros tiene un nombre específico: "comunión de los santos". No son los santos los que realizan los milagros, 'este santo es muy milagroso…' Detente, los santos no realizan los milagros, solamente Dios, la gracia de Dios que actúa a través de una persona santa y una persona justa. Esto es claro, hay gente que dice: 'no creo, no creo en Dios, creo en este santo…' Está equivocado, el santo es un intercesor, es uno que reza por nosotros, y nosotros le rezamos y es el Señor que realiza la gracia, a través del santo.
Entonces ¿Qué es la "comunión de los santos"? El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: «La comunión de los santos es precisamente la Iglesia» (n. 946). Mira qué bonita definición. «La comunión de los santos es precisamente la Iglesia». ¿Qué significa esto? ¿Qué la Iglesia está reservada a los perfectos? No. Significa que es la comunidad de los pecadores salvados. La Iglesia es la comunidad de los pecadores salvados. Linda esta definición. ¿Ninguno puede ser excluido de la Iglesia? Todos somos pecadores salvados.
Nuestra santidad es el fruto del amor de Dios que se ha manifestado en Cristo, el cual nos santifica amándonos en nuestra miseria y salvándonos de ella. Siempre gracias a Él nosotros formamos un solo cuerpo, dice San Pablo, en el que Jesús es la cabeza y nosotros los miembros (cfr 1 Cor 12,12). Esta imagen del cuerpo, Cristo la imagen del Cuerpo, nos hace entender enseguida qué significa estar unidos los unos a los otros en comunión. Escuchemos a San Pablo qué dice: «Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte de su gozo. Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte» (1 Cor 12,26- 27). Esto dice Pablo, somos todos un cuerpo, todos unidos por la fe en el Bautismo, todos en comunión, unidos en comunión con Jesucristo y esta es la comunión de los santos.
Queridos hermanos y queridas hermanas, la alegría y el dolor que tocan mi vida concierne a todos, así como la alegría y el dolor que tocan la vida del hermano y de la hermana junto a nosotros me concierne a mí. Yo no puedo ser indiferente a los otros porque todos somos un cuerpo, en comunión.
En este sentido, también el pecado de una única persona concierne siempre a todos, y el amor de cada persona concierne a todos. En virtud de la comunión de los santos, de esta unión, cada miembro de la Iglesia está unido a mí de forma profunda, no al Papa, sino a cada uno de nosotros, está unido, está unido de forma profunda y esta unión es tan fuerte que no puede romperse ni siquiera por la muerte, ni siquiera por la muerte.