Recientemente, un tribunal de justicia en Pakistán decidió condenar a pena de muerte a un cristiano que fue encerrado desde hace casi 10 años, por supuestamente haber enviado mensajes blasfemos en contra del islam.
Zafar Bhatti es un cristiano de 57 años que está encerrado en la prisión de Adiala, en Rawalpindi (Pakistán), desde el 22 de julio de 2012. Es considerado el preso paquistaní que lleva más tiempo en la cárcel por supuestamente haber cometido el delito de blasfemia.
Bhatti, quien fundó una pequeña ONG llamada "Jesus World Mission" para ayudar a los más necesitados, fue acusado de enviar mensajes blasfemos desde un teléfono celular ajeno, y posteriormente fue arrestado por la policía.
Según la investigación, el proveedor confirmó que el número de la tarjeta SIM no estaba registrada a nombre de Bhatti. Además, se descubrió que una mujer musulmana llamada Ghazala Khan era la verdadera propietaria, informó la agencia vaticana Fides.
Si bien el tribunal local juzgó a Khan en abril de 2013, decidió concederle la libertad bajo fianza. A Bhatti se le condenó a cadena perpetua por "deshonrar al profeta Mahoma", causal establecida en el artículo 295-c del código penal de Pakistán.