El Papa Francisco decidió enviar 100 mil euros de ayuda a Filipinas, luego que el país asiático se viera seriamente afectado por el tifón Rai en diciembre; que dejó cientos de fallecidos y cuantiosos daños materiales; y otros 100 mil euros para ayudar a los inmigrantes que aún permanecen en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
En un comunicado publicado por el Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, que tendrá a su cargo hace llegar la colaboración económica, se explica que el Santo Padre decidió enviar la ayuda "luego que el tifón Rai golpeara con extraordinaria vehemencia a Filipinas, afectando –según fuentes de las Naciones Unidas – a unos 8 millones de personas en 11 regiones, causando cuantiosos daños materiales".
En colaboración con la Nunciatura Apostólica en Filipinas, el dinero será enviado "a la Iglesia local y será destinado a las diócesis más afectadas por la calamidad, para que sea usado en obras de asistencia".
Esta donación, indica el comunicado, "quiere ser una inmediata expresión del sentimiento espiritual de cercanía y paterno aliento del Santo Padre a las personas en los territorios afectados; ya expresado luego del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el domingo 19 de diciembre, con la invocación de la protección de la Virgen".
"Expreso mi cercanía a la población de Filipinas golpeada por un fuerte tifón, que ha destruido muchas casas. Que el Santo Niño lleve consolación y esperanza a las familias en mayor dificultad; ¡y a todos nosotros nos inspire ayudas concretas! La primera ayuda concreta es la oración", dijo ese día el Papa Francisco.
En el comunicado de este martes 18 de enero, se precisa que los 100 mil euros de ayuda, "que acompaña la oración para sostener a la amada población filipina, hace parte de las ayudas que ya se están activando en toda la Iglesia Católica y que involucran, además de a otras conferencias episcopales, a numerosos organismos de caridad".