VATICANO,
El Papa Francisco interrumpió su catequesis semanal en la Audiencia General de este miércoles 12 de enero para rezar en silencio por los hombres y mujeres desesperados en búsqueda de trabajo y recordó en particular a quienes han llegado al punto de quitarse la vida.
"En estos tiempos de pandemia muchas personas han perdido el trabajo, sabemos, y algunos, aplastados por un peso insoportable, han llegado al punto de quitarse la vida. Quisiera hoy recordar a cada uno de ellos y a sus familias. Hagamos un instante de silencio recordando aquellos hombres, aquellas mujeres, desesperados porque no encuentran trabajo", pidió el Papa.
Al continuar con su serie de catequesis sobre San José, el Pontífice reflexionó en el oficio del padre de Jesús quien fue carpintero, obrero de la madera, y explicó que este trabajo en Palestina implicaba a "los artesanos de la madera como a los trabajadores que se dedicaban a actividades relacionadas con la construcción".
"Un oficio bastante duro, teniendo que trabajar materiales pesados, como madera, piedra y hierro. Desde el punto de vista económico no aseguraba grandes ganancias, como se deduce del hecho de que María y José, cuando presentaron a Jesús en el Templo, ofrecieron solo un par de tórtolas o pichones, como prescribía la Ley para los pobres", describió.
En esta línea, el Santo Padre subrayó que "Jesús adolescente aprendió del padre este oficio" y añadió que "cuando de adulto empezó a predicar, sus paisanos asombrados se preguntaban: '¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros?' y se escandalizaban a causa de él, porque era el hijo del carpintero, pero hablaba como un doctor de la ley y se escandalizaban de esto".