Los obispos de Guatemala se solidarizaron con las víctimas, condenaron la violencia y llamaron al pueblo a dialogar, trabajar y rezar por la paz, tras los recientes hechos violentos que dejaron muertos y heridos en los municipios de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá.
El 8 de enero, la Conferencia Episcopal de Guatemala publicó un comunicado firmado por Mons. Gonzalo de Villa y Vásquez, Arzobispo de Santiago de Guatemala y presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG); y Mons. Antonio Calderón Cruz, Obispo de San Francisco de Asís de Jutiapa y Secretario General de la CEG.
En su mensaje, los obispos se manifestaron sobre el asesinato de 13 personas, entre ellas 3 niños y un policía, del 17 de diciembre de 2021, en Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá; y la muerte de al menos un policía y 19 heridos que fueron atacados por criminales el 7 de enero de 2022, mientras se investigaba la masacre.
El 17 de diciembre ocurrió una masacre durante una serie de enfrentamientos entre los municipios de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, que se originaron por una antigua disputa territorial que data de 1863.
El 20 de diciembre, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, declaró ambos territorios en "estado de sitio"; es decir, bajo "ciertas restricciones a garantías constitucionales cuando existen problemas graves, donde la seguridad y el orden público se ven fuertemente afectados".
El 7 de enero, al menos un policía murió y otros 19 resultaron heridos a causa de disparos y golpes en Nahualá, mientras se encontraban realizando allanamientos y capturas como parte del proceso de investigación de la masacre del 17 de diciembre. El policía fallecido fue identificado como Mauricio Canahuí.