En una reciente entrevista, la hermana Gloria Narváez, religiosa colombiana que pasó casi cinco años secuestrada por terroristas musulmanes, recordó el importante trabajo que desarrolló su comunidad a favor de las mujeres en África.
En las declaraciones recogidas por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), la hermana Gloria señaló que su congregación, las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, han tenido presencia en Malí durante cerca de 25 años, trabajando por la "promoción de la mujer".
"Empezamos a trabajar en la alfabetización, porque sabemos que la mujer allá no tiene la oportunidad de ir a la escuela. Los hombres son los que van a la escuela, las mujeres para hacer los oficios, para ir a traer agua a los pozos, para ir a traer la leña, para barrer".
Al mismo tiempo, dijo, la mujer es la que educa y alimenta a los hijos.
"Nos desplazamos como a 17 o 18 veredas (N.d.R.: poblados)", recordó, señalando que prepararon "metodologías propias para poder trabajar con la mujer y enseñarle a leer y a escribir".
Cuando recién se acercaban a las mujeres, señaló, estas se mostraban "nerviosas, temblaban".