Mons. Hilario González García, Obispo de Saltillo (México), indicó que los cristianos debemos corresponder a la gracia del Bautismo viviendo como hijos de Dios, "con una vida de fervor, practicando el bien".
En un mensaje semanal, con ocasión de la Fiesta del Bautismo del Señor, Mons. González García indicó que esta celebración, con la que finaliza el tiempo de Navidad, es "un signo sensible que nos prepara para seguir a Jesús en su ministerio y confiar en que Él es el Ungido de Dios, enviado a anunciar el Evangelio a los pobres".
"Hoy, Jesús es dado a conocer en su identidad más íntima, por su mismo Padre, y con el signo sensible de la unción del Espíritu Santo: es el Hijo amado en quien se complace", destacó.
"Esta escena nos prepara como discípulos de Jesús. Él nos bautizará con el Espíritu Santo, y nos hará participar también de la bondad del Padre como hijos amados, redimidos de nuestras miserias, para convertirnos en su familia", añadió.
El Prelado mexicano resaltó que "nos toca asumir nuestro Bautismo no como una fórmula mágica, sino como una transformación espiritual".
"El Bautismo cristiano regenera y renueva a la persona por la acción del Espíritu Santo. Ya no somos simples criaturas; somos, en verdad, hijos de Dios, justificados por su gracia", subrayó.