El Papa Francisco recibió esta mañana en el Palacio Apostólico del Vaticano a una delegación de emprendedores de Francia, a quienes ofreció algunas reflexiones ancladas en el Evangelio para ser "líderes según el corazón de Dios", en medio de mundo competitivo, marcado también por el individualismo y la indiferencia.
En su discurso, el Santo Padre explicó dos pares de conceptos que "parecen estar siempre en tensión, pero que el cristiano, ayudado por la gracia, puede unificar en la propia vida: ideal y realidad; autoridad y servicio".
Esto, dijo, con la intención de "ayudarlos a desarrollar su papel de líderes según el corazón de Dios".
Para hablar del primer binomio, "ideal y realidad", el Papa recordó su homilía de la Misa de la Solemnidad de María Madre de Dios el 1 de enero, en la que habló del "escándalo del pesebre", cuando la Virgen "se vio obligada a traer al mundo al hijo de Dios en la pobreza de un establo".
"Esperamos que todo vaya bien y luego llega, como un rayo en el cielo sereno, un problema inesperado. Y se crea un doloroso choque entre la expectativa y la realidad", dijo el Santo Padre en esa ocasión.
El Papa resaltó en su discurso hoy el desafío de luchar por el bien común, acatando "obligaciones de los sistemas económicos y financieros actualmente vigentes, que con frecuencia parecen olvidar los principios evangélicos de la justicia social y de la caridad".