Este miércoles 29 de diciembre el Papa Francisco dirigió la tradicional Audiencia General desde el Aula Pablo VI en la que alentó a los fieles que cuando sientan miedo por las adversidades de la vida, acudan a la intercesión de San José, que ante la amenaza del rey Herodes confió con valentía en la Providencia de Dios.
A continuación el texto completo de la catequesis del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy quiero presentarles a San José como un migrante perseguido y valiente. Así lo describe el evangelista Mateo. Este acontecimiento concreto de la vida de Jesús, en el que también están implicados José y María, se conoce tradicionalmente como "la huida a Egipto" (cf. Mt 2,13-23). La familia de Nazaret sufrió tal humillación y experimentó en primera persona la precariedad, el miedo y el dolor de tener que abandonar su tierra natal. Aún hoy en día muchos de nuestros hermanos y hermanas se ven obligados a experimentar la misma injusticia y sufrimiento. El motivo es casi siempre la prepotencia y la violencia de los poderosos. También para Jesús ocurrió así.
El rey Herodes se entera por los Reyes Magos del nacimiento del "rey de los Judíos", y la noticia lo trastorna. Se siente inseguro, se siente amenazado en su poder. Así que reúne a todas las autoridades de Jerusalén para averiguar el lugar del nacimiento, y ruega a los Reyes Magos que se lo comuniquen con precisión, para que ―dice falsamente― él también pueda ir a adorarle. Pero cuando se dio cuenta de que los Reyes Magos se habían ido en otra dirección, concibió un malvado plan: matar a todos los niños de Belén de dos años para abajo, que era el tiempo en que, según el cálculo de los Reyes Magos, Jesús había nacido.
Mientras tanto, un ángel ordena a José: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; allí estarás hasta que te avise. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle» (Mt 2,13). Pensemos hoy en tantas personas que sienten esta inspiración en su interior: "Huyamos, huyamos, porque aquí hay peligro". El plan de Herodes recuerda al del faraón de arrojar al Nilo a todos los hijos varones del pueblo de Israel (cf. Ex 1,22). Y la huida a Egipto evoca toda la historia de Israel, desde Abraham, que también estuvo allí (cf. Gn 12,10), hasta José, hijo de Jacob, vendido por sus hermanos (cf. Gn 37,36) y luego convertido en "líder del país" (cf. Gn 41,37-57); y a Moisés, que liberó a su pueblo de la esclavitud de los egipcios (cf. Ex 1,18).