REDACCION CENTRAL,
El P. Leandro Bonnin, escritor de numerosos libros de espiritualidad católica, profundizó en el sentido de la fiesta de los Santos Inocentes el 28 de diciembre y señaló que en el mundo de hoy la práctica del aborto sigue cobrando la vida de millones de niños inocentes.
De acuerdo al relato de San Mateo, el rey Herodes mandó a matar en Belén y sus alrededores a los niños menores de dos años, en su intento por acabar con el Niño Jesús. Herodes dio esta orden al verse burlado por los Reyes Magos, quienes regresaron a sus países por otra ruta para no revelar dónde estaba el Mesías.
Cuando los reyes ya se habían ido, un ángel se le apareció en sueños a San José, y le dijo que tomara "al niño y a su madre", que huyera a Egipto y que se quedara allí. "José se levantó, tomó al niño y a su madre, y salió con ellos de noche camino de Egipto, donde estuvieron hasta que murió Herodes", narra el Evangelio.
El Directorio de Liturgia y Piedad, en el párrafo donde se refiere a la fiesta, señala que "en nuestros días los niños padecen todavía innumerables formas de violencia, que atentan contra su vida, dignidad, moralidad y derecho a la educación. Hay que tener presente en este día la innumerable multitud de niños no nacidos y asesinados al amparo de las leyes que permiten el aborto, un crimen abominable".
En una reflexión enviada a ACI Prensa, el P. Bonnin considera que "es importante darse cuenta de que la malicia actual es mucho mayor que en el pasado".
"Hoy la identidad humana del embrión está absolutamente fuera de duda, gracias a los avances de la genética y la embriología. La barbarie de Herodes es multiplicada de manera exponencial por los promotores del aborto y por la industria que se genera en torno a los cuerpos de los niños abortados, como con horror hemos podido presenciar en el 'moderno' siglo XXI", lamentó.