VATICANO,
En el tradicional encuentro previo a la Navidad, el Papa Francisco alentó a los cardenales y superiores de la Curia Romana a dejarse "evangelizar por la humildad del Niño Jesús" para poder implementar una organización de tipo evangélica y no corporativa.
"La Curia, no olvidemos, no es solo un instrumento logístico y burocrático para las necesidades de la Iglesia universal, no, sino que es el primer órgano llamado a dar testimonio, y por eso mismo adquiere más autoridad y eficacia cuando asume personalmente los retos de la conversión sinodal a la que también está llamada. La organización que debemos implementar no es de tipo corporativa, sino evangélica", indicó el Santo Padre este 23 de diciembre.
En esta línea, el Pontífice destacó que las tres características "de una Iglesia humilde, que se pone a la escucha del Espíritu y coloca su centro fuera de sí misma" son: la participación, la misión y la comunión.
Se trata de "los tres requisitos que me gustaría indicar como un estilo de humildad al que hay que aspirar aquí en la Curia. Tres maneras para hacer de la humildad un itinerario concreto que podamos poner en práctica", afirmó el Papa.
De este modo, el Santo Padre pidió huir de la lógica de la mundanidad para dejarse "evangelizar por la humildad del Niño Jesús" ya que "solo sirviendo y pensando en nuestro trabajo como servicio podemos ser verdaderamente útiles a todos".
"Estamos aquí -yo el primero- para aprender a ponernos de rodillas y adorar al Señor en su humildad, y no a otros señores en su vacía opulencia. Seamos como los pastores, seamos como los magos, seamos como Jesús. He aquí la lección de la Navidad: la humildad es la gran condición de la fe, de la vida espiritual, de la santidad".