VATICANO,
Al presidir la Vigilia Pascual que comenzó a las a las 7:00 p.m. –hora de Roma- con el encendido del “fuego nuevo” en el Vaticano, el Papa Juan Pablo II recordó que la Iglesia es “un gran pueblo en camino” gracias al Bautismo, cuyas promesas se recuerdan esta noche.
“En esta noche santa celebramos la vigilia Pascual, la primera, más aún, la "madre" de todas la vigilias del año litúrgico”, dijo el Pontífice durante la emotiva Misa que concelebró junto a 24 cardenales y decenas de obispos y sacerdotes.
El Santo Padre señaló que “desde el principio, la comunidad cristiana puso la celebración del Bautismo en el contexto de la Vigilia de Pascua”; Bautismo que, como indicó, renueva “el prodigio del misterioso renacimiento espiritual, operado por el Espíritu Santo, que incorpora los neófitos al pueblo de la nueva y definitiva Alianza ratificada por la muerte y resurrección de Cristo”.
Luego de saludar a los adultos –cuatro mujeres y tres varones- de Italia, Togo y Japón que recibirían luego el Bautismo de sus propias manos, el Papa señaló que “vuestro origen pone de manifiesto la universalidad de la llamada a la salvación y la gratuidad del don de la fe”
“Gracias al Bautismo entraréis a formar parte de la Iglesia, que es un gran pueblo en camino, sin fronteras de raza, lengua y cultura; un pueblo llamado a la fe a partir de Abraham y destinado a ser bendición entre todas las naciones de la tierra”.
Juan Pablo II señaló finalmente que la Vigilia Pascual invita a todos los cristianos a “renovar las promesas de nuestro Bautismo. El Señor nos pide que le renovemos la expresión de nuestra plena docilidad y de la total entrega al servicio del Evangelio”.