A medida que nos acercamos a la Navidad y al Año Nuevo, es común que los católicos se vean inmersos en los preparativos y compromisos, corriendo el riesgo de desplazar lo más crucial: preparar el corazón para recibir a Jesús.
Con ese propósito, compartimos tres ideas para asegurar que el Señor sea el verdadero centro de estas festividades y de la celebración de la Bajada de Reyes:
1. Bendecir la cena de Navidad
La cena de Navidad es una oportunidad de reencuentro para muchas familias. Es recomendable que este momento comience con una oración y bendición de la mesa, agradeciendo por el regalo de estar juntos en torno al Niño Dios.
2. Escribir una lista de propósitos para Año Nuevo
Otra propuesta es dedicar un tiempo para repasar los momentos más importantes que se vivieron este año y discernir, a la luz del Espíritu Santo, los objetivos para alcanzar en el 2024.