El 13 de diciembre, el Papa Francisco aprobó el decreto del milagro atribuido a la intercesión de la Beata Marie Rivier, religiosa conocida por ser la fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Presentación de María.
A la Beata Marie Rivier se le atribuye haber intercedido en la curación milagrosa de una niña recién nacida con hidropesía embriofetal no inmunológica generalizada temprana, que ocurrió en 2015, en Filipinas. Tras la aprobación del Santo Padre, solo resta esperar el anuncio de la fecha de su canonización.
La Beata Anne Marie Rivier nació el 19 de diciembre de 1768 en Montpezat-sous-Bauzon (Francia). Cuando ella tenía solo 16 meses de nacida sufrió un accidente: se cayó de su cama y se rompió la cadera.
Este suceso le causó graves problemas de salud y le hizo sufrir un calvario durante su infancia, al punto que tenía que arrastrarse con sus manos para movilizarse. Sin embargo, esta experiencia también la llevó a descubrir su vocación religiosa años más tarde.
En 1774, la pequeña Marie Rivier logró ponerse de pie con la ayuda de unas muletas, pero sufrió otra caída que le impidió volver a incorporarse por dos años más. Luego, en 1777, a los 8 años de edad, su determinación y confianza en Dios la llevaron a recuperarse completamente.
Tras superar esta difícil situación, y haber descubierto en medio del sufrimiento su llamado a la vida religiosa, Rivier pidió ser admitida en la Congregación de las Hermanas de Notre Dame de Pradelles; sin embargo, fue rechazada debido a su "no apta" condición de salud.